Perestroika (en ruso перестройка, reestructuración) fue un proceso de reforma basado en la reestructuración de la economía puesto en marcha en la Unión Soviética el 11 de marzo de 1985 por Mijaíl Gorbachov con el objetivo de reformar y preservar el sistema socialista, pues quería dar a la sociedad soviética un cierto espíritu de empresa e innovación. Este proceso, acompañado también de una cierta democratización de la vida política, trajo varias consecuencias a nivel económico y social que provocaron el fin de la era de Gorbachov y el colapso y desintegración de la URSS.
El mandato de Gorbachov inició un periodo de apertura política (perestroika) caracterizado por la puesta en marcha de un ambicioso plan de reformas:
- Ley de empresas del Estado: daba mayor autonomía a los directivos de las empresas públicas. Pese a sus buenas intenciones, en la práctica provocó la aparición de una corrupción creciente y la aparición de mercados negros.
- Glasnost, o claridad informativa: significaba el final del secretismo soviético y la censura de prensa.
- «Nuevo pensamiento» o retorno a la distensión con Estados Unidos, lo que tuvo como resultado la firma de importantes tratados de desarme.
- Rehabilitación política de significativos disidentes, como Andrei Sajarov
Su principal objetivo y en el cual estaban enfocados, era la deformación del sistema socialista a través de la flexibilización de economía y una democratización de la sociedad. En la política interior impulsó la lucha contra la corrupción política, instauró medidas liberalizadoras y tendió a la descentralización de la economía
La perestroika iba complementada por la glasnot, una política de apertura hacia los medios de comunicación, con transparencia informativa, permitiendo la libertad de expresión y de opinión, al contrario que en la etapa anterior, caracterizada por la ejecución de los contrarios al sistema.
Lo importante, sin embargo, estriba en que, en realidad,
En el origen de
Resulta obvio que el balance de la política exterior fue no sólo positivo sino brillante para Gorbachov. El optimismo generado por este resultado fue un factor que contribuye a explicar que, aunque ése no era su propósito original,
Hacia el final del mandato de Gorbachov, la perestroika empezó a recibir críticas tanto por los que pensaban que las reformas se aplicaban demasiado lentamente como por los comunistas que temían que éstas destruyeran el sistema socialista y llevaran a la decadencia del país. El 25 de diciembre de 1991, día en que Gorbachov renunció a su cargo. Yeltsin se convirtió en su sucesor, abandonando el comunismo y convirtiéndose en presidente de la recién fundada República rusa.
Podemos concluir que Gorbachov demostraba
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